por Matías Vázquez
TM/Ciclo lectivo 2015
En primer lugar, creo fundamental realizar una primera aproximación respecto del contexto en que está inscripta la colonialidad, desde sus orígenes hasta
la actualidad. Para empezar, cabe destacar que es un fenómeno propio de la
modernidad (Mignolo, 2010). Esto no significa que antes no hubiera imperios que dominaran a otras culturas.
El cambio fundamental de este fenómeno es el hecho de la fundamentación
conceptual, la estructura ideológica que sostiene y justifica la conquista no
sólo para el imperio sino también sobre los conquistados.
De manera esquemática, quisiera trazar algunos lineamientos referidos al Renacimiento, que es el momento que luego dará origen al pensamiento moderno.
La Revolución Científica que permitió establecer, por medio de la razón, leyes
universales, dio una herramienta epistemológica fundamental para justificar la
construcción de una historia universal eurocentrista que justificará la
dominación de Europa sobre el resto del mundo, introduciendo la concepción de Edad Media que vela los períodos de auge en otras partes del mundo, centrando
la mirada en Europa. Esta historia de Occidente buscó invisibilizar cualquier
otro tipo de análisis e interpretación de la historia, condicionando la lectura
que los propios pueblos colonizados harían de su propia historia una vez que
fueran exitosamente cooptados por el pensamiento occidentalizante
“civilizatorio”.
La idea de la modernidad, asociada al progreso, logró establecer los
patrones europeos como universales, frente a los cuales cualquier país debería seguir su modelo para progresar, tanto económica como culturalmente. En
efecto, sólo existe una modernidad, universal, creada por Europa y capaz de absorber
las diferencias del resto del mundo al auto-instituirse como patrón de
desarrollo.
En este marco se crean dos instituciones fundamentales para llevar esta
concepción del mundo a todos los rincones del planisferio. Las universidades y
los museos son funcionales a la modernidad por su capacidad de expandir una
determinada mirada, un juicio valorativo del mundo y, al mismo tiempo, pueden
adjurar un supuesto objetivismo en sus formas y creaciones resguardándose en el
método científico. En efecto, las currículas de las universidades serán pautadas
a partir de preconceptos colonizadores. No sólo la Historia, con la ya mencionada
creación de la Edad Media y el avance ficticio de las sociedades en línea recta
con una concepción teleológica de inevitabilidad hacia el presente, sino
también todas las disciplinas que esquemáticamente asocian el progreso y lo
importante a Europa. La economía propone modelos de desarrollo productivo y
expansión que responden al camino particular de Europa y a su propio desarrollo
de tintes mercantilistas. La filosofía occidental es revalorizada por sobre la
oriental, ocultando el hecho de que la tan mentada "antigua Grecia" responde más
a un sistema mundo inscripto en el mediterráneo con fuertes conexiones con el
cercano Oriente que al Occidente aún prácticamente despoblado. Tal vez el
caso paradigmático es el de la Historia del arte, que pasa completamente por
alto cualquier producción oriental o de las distintas culturas precolombinas
para abocarse únicamente a las distintas representaciones religiosas de la Edad Media.
Los museos contribuyen de igual modo a establecer una linealidad en la
historia que pondere ciertos rasgos de la cultura de la humanidad por sobre
otros, dividiendo los hallazgos arquitectónicos en estadios más o menos
arcaicos según la distancia que tengan con la estructura europea moderna
post-renacentista. Esta herramienta permite entonces el control y legitimación
del conocimiento, que luego los institutos de educación se encargaran de
reproducir.
Uno de los más claros ejemplos de la colonización del espacio geográfico,
no sólo en términos materiales, sino también simbólicos, es la imposición de un
mapa determinado, el cual sitúa a Europa en el centro y arriba con relación al
resto de los continentes.
Esta mirada, sin embargo, fue fuertemente discutida, principalmente hacia mediados
del siglo XX por distintos pensadores latinoamericanos. Uno de los casos
paradigmáticos es el de Joaquín Torres García (1874 - 1949), este artista
uruguayo propuso, a través de su obra América
invertida (1936) una nueva mirada del continente americano que
simbólicamente buscó invertir el orden preestablecido modificando la
representación de superioridad del norte sobre el sur en el mapa.
Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos relativamente aislados que
intentaron poner en evidencia los distintos aspectos del plano simbólico de la
colonización, el discurso hegemónico logró insertarse en el sentido común de
los distintos actores sociales en su conjunto, es decir, en los valores propios
de cada sociedad. La educación es de gran utilidad en este terreno al funcionar
como control de subjetividades, capaz de condicionar las representaciones de
los sujetos, estableciendo una objetividad pre-configurada por la matriz
colonial. Así como la escuela cumple la función de homogeneizar a la población
inculcando determinados símbolos patrios o costumbres propias de la nación y la
cultura donde se encuentra inserta, de igual modo logra naturalizar
preconceptos propios de la modernidad, que responden justamente a los esquemas
de conocimiento hasta aquí trabajados, en aras de lograr una mayor aceptación
del discurso dominante. Se podría hablar inclusive de la presencia de un velo
capaz de ocultar las diferencias históricas para generar la conciencia
artificial del progreso de la humanidad en su conjunto, como si cada sujeto se
encontrara irremediablemente atado a la suerte del otro, universalizando el
esquema de desarrollo europeo.
* * * * * * *
Quisiera ahora detenerme en las representaciones
que realiza la sociedad y la escuela acerca del proceso de colonización, tomando como ejemplo la
mirada aceptada socialmente en Argentina con respecto a la llegada de Colón a América.
Para esto, voy a mostrar algunas publicaciones de revistas destinadas a un público
infantil con motivo de la conmemoración del denominado “Día de la raza”, es
decir, el 12 de octubre.
En esta imagen, de la Revista Anteojito, nos
encontramos con un primer plano de dos personajes que simbolizan la llegada de
los españoles a América. En el fondo se encuentra la estatua de Colón,
antiguamente emplazada detrás de la Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo de la
Nación Argentina. Lo que salta a la vista es la asociación de la fecha patria
de forma directa con los elementos españoles del hecho histórico. No solo no se
encuentra ningún rasgo de resignificación del proceso sino que parecería estarse
manifestando un único relato, el de la conquista.
Nuevamente, esta imagen arroja, en forma exclusiva, información sobre
los conquistadores. Colón es valorado positivamente y su expedición tomada como
una gran aventura, una “epopeya”.
En la tercera tapa aquí presentada, correspondiente a la publicación
Condorito, se vuelve a rescatar la figura de Colón, dejando totalmente excluido
del relato cualquier elemento que no tenga que ver con Europa. Inclusive se ven
representados los reyes de España, que están financiando la expedición, tomando
a Colón por un loco.
Hasta aquí entonces, asistimos a un grupo de imágenes que invisibilizan
por completo la figura de los pueblos originarios, valorizando exclusivamente
la versión europea de los acontecimientos. Es posible pensar cómo este tipo de
relatos sirven para naturalizar el orden social establecido en la modernidad, donde el patrón para todo lo bueno y provechoso es lo hecho/propuesto por
Europa, inclusive la colonización de buena parte de mundo. De este modo, la
sociedad es preparada, consciente o inconscientemente, a que debe asociar su
propio origen no a Latinoamérica, sino a España, fuente de toda sabiduría y
desarrollo humano.
Veamos cómo son representados los pueblos originarios, la otra cara de la modernidad.
En esta imagen, aparece la figura de los
pueblos originarios pero en una actitud un tanto particular. Señalan las
carabelas de Colón con entusiasmo y felicidad, al mismo tiempo que
presurosamente comienzan a preparar comida para agasajarlos cuando finalmente
lleguen. Parecería ser que el hecho de la bondad de los españoles y su carácter
civilizatorio fuera reconocido incluso por los propios nativos, que encuentran
en el arribo de la expedición algo para festejar.
En esta imagen asistimos justamente al momento en que Colón arriba a las costas de América y se encuentra con un nativo. Este "encuentro de culturas" ha sido largamente trabajado por distintos autores. Es
notable la felicidad de los dos personajes por conocerse, como si sólo algo
provechoso pudiera resultar de tal contacto.
En esta otra imagen, vemos
nuevamente el encuentro de estas dos culturas, con la particularidad de que en
este caso el encuentro es entre un hombre y una mujer, e inclusive el primero
parecería estar cortejándola. No sólo no refleja el choque cultural y material
que significó este encuentro sino que inclusive pone de manifiesto la
posibilidad de que haya una conexión entre un mundo y otro, en el que
prevalezcan los aspectos civilizatorios del europeo.
Hasta aquí entonces, nos encontramos con una literatura destinada
a un público infantil, escolarizado, producida en ocasión de la celebración del
12 de octubre, en el que no sólo se conmemoran los acontecimientos, sino que se toman como universales y
naturales los preceptos propios de la modernidad occidental y civilizatoria por
sobre los pueblos originarios precolombinos.
Con estas imágenes, he querido mostrar el
gran alcance simbólico del relato oficial de la escuela durante las décadas del '60 y del '70, que
conlleva incluso a una reconfiguración del pasado en pos de legitimar una
posición de dominación y supremacía sobre otros países, como los latinoamericanos,
asociados al subdesarrollo, de forma natural y absoluta.
Bibliografía citada:
- Mignolo, Walter (2010) "La colonialidad: la cara oculta de la modernidad" en Desobediencia epistémica. Retórica de la
modernidad, lógica de la colonialidad y gramática de la descolonialidad.
Buenos Aires: Ediciones del Signo. 2010, 126 pp
Imágenes disponibles en:
http://fanasdegf.blogspot.com.ar/2010/10/las-portadas-de-anteojito-en-el-dia-de.html Capturadas el 16 de febrero de 2016
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